Sus cabezas chocaron contra el cristal al mismo tiempo.
Sus frentes engrasaron la puerta por ambos lados debido al impacto.
Bueno.
Todo empezó cuando la señora quería entrar en el típico bazar de todo a 100.
Como imaginarás, repleto de cientos de productos.
No buscaba nada en concreto.
Mientras sostenía el pomo de la puerta,
miraba con deseo esas prendas de no se sabe bien qué generación.
Justo en ese momento de hipnotismo, una segunda señora, algo más bajita, agarró por el lado contrario la puerta para salir del local.
Las fuerzas de ambos titanes chocaron entre sí.
Señora de fuera ¡empujaba!, la de dentro, por lo que sea, ¡también!
La primera gritó: —¡Tire hacia afuera, señora!
La segunda negaba convencida. —No, empuja mejor tú pa fuera.
Hubo varios intentos.
El resultado ya lo conoces.
Se me olvidó decirte un dato.
El dueño del bazar, que ya había tenido en el pasado problemas parecidos, decidió tomar medidas. —Ponemos un cartel y lo explicamos.
Atiende,
El 99% de las veces.
Me quedo corto. El 99,9% de las veces,
una solución improvisada y sin consensuar
genera mas caos que el que soluciona.
Imagina esto involucrando a 200 o 300 personas.
¿Cómo?, ¿que justo tienes una empresa así?
¿Como?¡¿De más empleados dices?!
¿De verdad crees que va a salir bien?
Sigues esperando, o…