Parece hace ya tiempo, que la velocidad y la productividad son lo mas importante. El movimiento Slow Work propone un enfoque radicalmente diferente: trabajar de manera más lenta y consciente para mejorar tanto la calidad del trabajo como el bienestar personal. Este artículo te guiará paso a paso para adoptar el slow work en tu vida profesional y disfrutar de sus beneficios.
Objetivo: Mejorar la calidad del trabajo y reducir el estrés
El slow work no se trata de ser perezoso o menos productivo. Al contrario, su objetivo es mejorar la calidad del trabajo y reducir el estrés, permitiendo a los profesionales realizar tareas de manera más eficiente y satisfactoria. A continuación, te mostramos cómo puedes empezar a implementar este enfoque en tu rutina diaria.
Paso 1: Prioriza tus tareas
El primer paso para adoptar el slow work es priorizar tus tareas diarias. En lugar de intentar hacer todo al mismo tiempo, identifica las tareas más importantes y concéntrate en ellas. Haz una lista de tus tareas pendientes y clasifícalas por orden de importancia y urgencia. Esto te ayudará a enfocarte en lo que realmente importa y a evitar el multitasking, que suele disminuir la calidad del trabajo. Hace tiempo te recomendé el método MoSCoW para priorizar tareas.
Ejemplo: Si trabajas en una oficina, podrías empezar el día revisando tus correos electrónicos y creando una lista de tareas para el día. Dedica los primeros 30 minutos a organizar tu jornada, destacando las tres tareas más cruciales que debes completar.
Paso 2: Dedica tiempo a cada tarea
El slow work implica dedicar tiempo suficiente a cada tarea sin apresurarte. Establece bloques de tiempo específicos para trabajar en cada tarea y evita las distracciones durante ese periodo. Usa técnicas como el método Pomodoro, que consiste en trabajar durante 25 minutos seguidos por un breve descanso, para mantener tu concentración y productividad. Otro día entraremos en detalle de este método.
Ejemplo: Si necesitas redactar un informe, podrías establecer bloques de tiempo de 25 minutos para trabajar exclusivamente en la redacción, seguidos de 5 minutos de descanso. Esto no solo mejora tu concentración, sino que también reduce el riesgo de agotamiento mental.
Paso 3: Toma descansos regulares
Uno de los principios fundamentales del slow work es la importancia de los descansos. Tomar pausas regulares te ayuda a recargar energías y mantener la productividad a lo largo del día. Levántate de tu escritorio, haz estiramientos o da un breve paseo para despejar la mente.
Ejemplo: Programa un descanso de 5 a 10 minutos después de cada hora de trabajo. Durante estos descansos, aléjate de la pantalla, haz ejercicios de respiración profunda o simplemente relájate. Estos pequeños intervalos te ayudarán a mantenerte fresco y enfocado.
Paso 4: Crea un ambiente de trabajo tranquilo
Un entorno de trabajo tranquilo y ordenado puede influir positivamente en tu capacidad para concentrarte y trabajar de manera efectiva. Asegúrate de que tu espacio de trabajo esté limpio y libre de distracciones. Considera agregar elementos que promuevan la calma, como plantas o música suave.
Ejemplo: Si trabajas desde casa, dedica tiempo a organizar tu escritorio al comienzo del día. Elimina cualquier desorden y coloca una planta en tu escritorio para añadir un toque de naturaleza. También podrías reproducir música instrumental suave para crear un ambiente relajante.
Paso 5: Reflexiona y ajusta tu enfoque
Al final del día, reflexiona sobre tu jornada de trabajo. Evalúa qué tareas completaste y cómo te sentiste mientras trabajabas. Ajusta tu enfoque según sea necesario para mejorar tu experiencia de slow work. Esta reflexión te permitirá identificar áreas de mejora y adaptar tus hábitos para obtener mejores resultados.
Ejemplo: Lleva un diario de trabajo donde anotes tus logros diarios y cualquier dificultad que hayas encontrado. Esto te ayudará a visualizar tu progreso y a realizar cambios en tu rutina para hacerla más efectiva y satisfactoria.
Conclusión
Adoptar el movimiento slow work puede transformar tu manera de trabajar y tu bienestar general. Al priorizar tareas, dedicar tiempo suficiente a cada una, tomar descansos regulares, crear un ambiente tranquilo y reflexionar sobre tu día, podrás trabajar de manera más eficiente y con menos estrés. Empieza hoy mismo a implementar estos pasos y disfruta de los beneficios de un enfoque de trabajo más consciente y equilibrado.